Un lugar encantador que podremos visitar si pasamos unas vacaciones en Ponferrada es el Castillo de los Templarios, está situado junto a un talud sobre el río Sil y circunvalado por un foso que sirve de defensa natural. Para acceder al castillo cruzaremos el foso a través de un puente de piedra que sustituye al antiguo puente levadizo. Alrededor del patio se puede ver el palacio en el que se encontraban las dependencias, la sala de armas, la bodega, salones, cenadores y caballerizas.
Al fondo se encuentra el Castillo Viejo con una puerta gótica y a su lado las torres del Homenaje viejo y de los Reyes Católicos. El castillo es una hermosa fortaleza que ha sido reconstruida o modificada alguna parte del mismo por cada uno de sus ocupantes, adaptándolo a sus necesidades. El castillo se le atribuye los templarios ya que estuvieron en Ponferrada hasta el año 1312. Una vez que se disolvió la orden, su maestre hizo entrega de la fortaleza y Villa al rey Fernando IV quien a su vez se lo donó a su mayordomo Pedro Fernández de Castro, que fue quien empezó a construir el Castillo Viejo situado en una esquina del recinto.
Un descendiente de la familia del mayordomo inició grandes reformas en el castillo por necesidades defensivas hasta convertirlo en la época de la Edad Media en una de las mayores fortalezas del noroeste de España. Esperamos que te haya gustado este artículo y no te olvides visitarlo si decides pasar unas vacaciones en Ponferrada.