El lago Bled está en Eslovenia, a unos 50 kilómetros de su capital Ljubljana y es uno de los lugares más visitados del país. Situado en la frontera con Austria, es uno de esos rincones con encanto, ideales para pasar unas románticas vacaciones en pareja. Es un lugar que sin duda goza de una belleza y espectacularidad tal, que lo convierten en un lugar a visitar al menos una vez en la vida.
El lago es en sí mismo una maravilla, pero sus alrededores formados por montañas y espesos bosques tampoco pasan desapercibidos para el viajero. Situado junto al lago, sobre un acantilado de 130 metros, se encuentra el castillo de Bled, el más antiguo de Eslovenia. Al entrar al interior del castillo, uno siente como si hubiera vivido un viaje a través del tiempo y se hubiera adentrado de repente en la Edad Media.
Al castillo de Bled se puede acceder tanto en coche como a pie. Yo recomiendo la segunda opción pues es un paseo magnífico para disfrutar de los maravillosos paisajes de la zona. Una vez en el castillo, las vistas de las que disfrutarás te dejarán sin aliento. Otro monumento que destaca es la iglesia de la Asunción, que data del siglo XV y se encuentra situado en el centro del lago sobre una pequeña isla, a la que únicamente se puede acceder en barco.