Entre los muchísimos atractivos que tiene Asturias, está la Basílica de Covadonga, situada en Cangas de Onís, en el interior del Parque Nacional de los Picos de Europa. Su belleza es increíble y merece la pena que durante tus vacaciones en Asturias te acerques a visitarla. El Santuario tiene un museo, que ha sufrido varios incendios a lo largo de su historia, pero aún así conserva piezas de un gran valor histórico.
En este museo se puede observar la Corona de la Virgen de Covadonga, realizada con platino, oro, diamantes y rubíes, es una pieza de un gran valor. También se conserva el Cristo de Marfil, donado por Felipe II y distintas piezas de orfebrería, ropa litúrgica, Dibujos y varias pinturas. El edificio más antiguo de toda la basílica es la Colegiata, tiene una planta rectangular distribuída en torno a un patio, pero no se puede visitar el interior.
La Basílica de Covadonga está situada en un entorno privilegiado, completada con el lago bajo de la Cueva, la escalinata desde la que se accede a ella y los túneles que comunican distintas zonas, formando todo el conjunto un entorno natural espectacular. El Santuario de Covadonga está construído en caliza rosa, procedente de montañas colindantes y en el pórtico de la entrada hay dos bustos que corresponden a los obispos que iniciaron y terminaron la obra.